Lamela debutó con la celeste y blanca. Jugó 58 minutos y pegó un tiro en el travesaño. Con futuro prometedor, ahora su mente está puesta en la final que River jugará ante Olimpo en Bahía Blanca.
Históricamente, River ha sido semillero de la Selección sumando cientos de jugadores, más allá de que en los últimos años fue bajando ese aporte. En el choque ante Paraguay, además de la presencia de Juan Pablo Carrizo custodiando los tres palos, el Millo tuvo el honor de cederle a la celeste y blanca a una de sus principales joyas: Erik Lamela.
Con apenas 19 años, el zurdo pudo calzarse la gloriosa casaca por primera vez en su vida futbolística, en medio del aliento y cariño del público chaqueño, “Es un jugador que me interesa. Tiene un potencial que le puede servir mucho a la Selección. Lo imagino como Messi: jugando suelto, por todo el frente de ataque. Tiene técnica, gambeta y explosión”, había manifestado Batista con respecto al juvenil, en la previa.
En esta ocasión, como titular en el once inicial, disputó 58 minutos. En el primer tiempo le costó entrar en ritmo y hacerse amigo del balón. Le faltó soltarse y mostrarse como con la Banda En la segunda mitad se lo notó más suelto, pegando una pelota en el travesaño después del manotazo del arquero e interceptando pases. No pudo hacer más, dado que el DT lo sacó para darle la oportunidad a otros compañeros y para que no se desgastara, teniendo en cuenta la situación de River en el torneo.
Ahora su mente estará puesta en el partido que deberá jugar con River en Bahía Blanca ante Olimpo (juega por el 225, gracias a que se va Ballón con su Selección), lo que significará una verdadera final. Pero pensando a futuro, Lamela ha dado el primer paso con Argentina, que seguramente, con el correr del tiempo, lo irá requiriendo más y más…
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